Click

Hay momentos en que algo se produce, una diferencia, un movimiento. Luego de pasar y pasar, traspasar la angustia por lo que no sale, por lo que tendría que salir, por lo que no se es... por pensar demasiado, por pensar que pensando van a salir las cosas, por la propia locura que se siente a veces como lo más impropio y ajeno, por la lejanía de los labios ausentes, por la cercanía de los labios fugaces, por los dolores dominicales, por los lunes de abulia, por lo que dicen y es cierto, por las costumbres aburridas, por la resaca sin fiesta... algo brota, de la vieja corteza que se forma por no poder eludir todo aquello, y como una caricia en la espalda que me despierta en una mañana tibia de otoño, llena mis pulmones de otro aire, de otro silencio, de otro andar
y mis pies quieren andar, pisar nuevamente algún camino (tal vez el mismo) para dejarse mojar, rozar, ensuciar ya sin lastimarse, como jugando sin miramientos, como si hiciéramos click y algo pueda transitarse con otro temple, en un instante y solo con un click ya es sufieciente.

1 comentario:

Shalena Mitcher dijo...

UH!..sí..pero hay que estar bien atento para percibir ese cambio. O al menos las aguas deben estar bien calmas. Que si no....!


feliz estrenoo, seguiré visitando!


besos