El tiempo es lo único que conocemos. Lo demás es secundario. El amor es un engaño, y es fundamental creer en èl. La herencia es una deuda eterna que no sabe hacerse esperar. El mundo demasiado grande para nuestra estúpida imaginación. Los milagros son esperanzas, azares y silencios para algunos; para otros la deshonra, la miseria, la necesidad. Para los criados, la nostalgia de la libertad; para los mimados una idea recurrente.
Para el rey la corona, y para el bufón la angustia del público.
El silencio es una falta de respeto a los ansiosos; el miedo un oso (bi) polar. La carne de mis lágrimas un sendero al infinito, un ida y vuelta sin final, el baile de los necios que no saben bailar.
Quisiera una copa, resumida en una cavidad que pide a gritos que la llenen; una tempestad, una rima tonta, un "no parar de bostezar". Quisiera lo ajeno, en lo que siento libertad; quisiera mañana, quiesiera quizás.
Me hiervo en el mate de la "argentinidad", me asolo en Palermo, y en su soledad.
Desearía poder recordar; desearía que "las mejores promesas son las que no hay que cumplir".
Creí en el infierno, y Dios me puso a galopar; me creí monje y templo, y tal vez divinidad.

Creyendo en el  Pacífico me aventuré en las montañas y el mar; en zapotecos y fúngicos, en remedios para descansar. En la ola grande que acosa al Puerto; Escondido que sale corriendo y se vuelve a mostrar, cada mañana entre la noche y el mar.
 A veces me siento pervertido: sueño con una comodidad que no conozco; vivo pensando y pensando y pensando...
Quisiera que se salve, por milagro, por azar, por coincidencia la dama de mis pensamientos, la figura sin fondo, la mujer. La diva, la chata, la que veo pasar.
Cadena perpetua para la siniestra, la bendita, la sangre de las noches de terror. La extranjera, la versera!
No me alcanza con eso!Quisiera que desaparezca: para desconocer el placer de tocar, de oler, de acercercarme al disfraz. Pero no puedo resistirme, más allá de toda cobardía, la valentía es oro de ese cobre. Y aunque se trate de otra cosa. Creeme lo que te digo, pero no tomes mis azares.